Escucho música,
te pienso,
quiero hacer el amor contigo
pero me quedas muy lejos.
Es raro escribirle a la distancia
lleno de arena y brisa marina,
pero aquí estoy,
y estoy en las madrugadas.
Busco tu nombre en el cielo,
no lo encuentro y juego un poco:
uno cada punto que forman las estrellas con mi gran lápiz imaginario
(ese que use para redactar un manifiesto
proclamando nuestro amor)
hasta que aparece tu nombre
garabateado con gruesas líneas rectas.
Deletreo "Julieta" cuando paseo por el mar
y las gaviotas me acompañan.
Es una pequeña fiesta a tu nombre,
a tu ser,
a tu cuerpo moreno, desnudo,
frágil.
Tu cuerpo
que ahora se me presenta como una fantasía a todas horas:
cuando despierto,
cuando ando,
cuando respiro,
cuando consumo las notas desenfrenadas
de una vieja canción de rock.
Ansío el camino de vuelta,
volver a escuchar la música que me has preparado,
sonreir mientras me acerco,
imaginar nuestros próximos abrazos,
ese primer beso después de tantos días
y nuestra vida,
toda la que nos queda por delante.
Mientras tanto
hay mar
y hay noches de poesía
y de juegos con las estrellas.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home